sábado, 28 de mayo de 2016

La chica danesa


David Ebershoff, La chica danesa, Colofón / Anagrama, México, 2015.

La reciente película La chica danesa está basada en la novela de David Ebershoff, originalmente publicada en inglés en 2000. A su vez, la novela es una recreación libre a partir de los diarios y la correspondencia que escribió Lili Eben y en los que cuenta la lucha que significó para ella dejar atrás la vida del pintor Einar Wegener para poder convertirse en la mujer que realmente era por dentro. De manera, que La chica danesa no es propiamente una biografía, como lo aclara Ebershoff en una nota final. Es, para decirlo sencillamente, una versión personal de la historia: “El lector no deberá buscar en esta novela una biografía detallada de la vida de Einar Wegener, y ningún otro de sus personajes guarda la menor relación con cualquier persona real, viva o muerta”, precisa Ebershoff.

Mientras la película se centra en la trama y en recrear los pantanosos paisajes daneses en los que creció Einar, en su novela Ebershoff se esmera en transmitir las emociones y sentimientos de los personajes: por ejemplo, las reticencias que Greta tiene cuando Einar empieza a vestirse como Lili, la opinión desfavorable que el propio Einar tiene de las pinturas de Greta, antes del éxito que tiene al retratar a Lili, o la repulsión que tiene Einar al ver su pene cuando se cambia para salir de un balneario parisino para mujeres y en el que ha pasado toda la mañana. Es decir, todo eso que no se puedo ver en la pantalla. Así, película y novela se complementan pues, sin duda, a quienes ya vieron la cinta protagonizada por Eddie Redmayne, ahora la novela les dirá un poco más de lo que realmente pensaban, sentían y se decían para crear un lazo tan estrecho al grado de que Greta sostuvo y ayudó a Lili en su transformación.


La chica danesa, de David Ebershoff, es una novela apasionada y conmovedora porque, a diferencia de la película (donde aparece una Lili tímida y a veces a expensas de las decisiones de Greta), presenta a Lili Eben como un personaje entrañable, con todos sus conflictos internos y luego determinada a hacer todo lo posible para cambiar de sexo, saltando los obstáculos de la medicina que en ese momento veía su disforia de género como un enfermedad. Pero también con la valentía al someterse a un experimento si se toma en cuenta que la medicina a mediados de los años veinte estaba en pañales para hacer una operación de reasignación de sexo y, no obstante, aún así Lili Eben se convirtió en la primera mujer transexual del mundo.